"El poder del ahora", de Eckhart Tolle es uno de los libros más abstractos y complicados que he intentado leer. Es verdad que todo está pasando aquí y ahora, pero vivir ese instante sin esquizofrenia no es fácil. En intentarlo está el truco, divertídisimo además.
Esos políticos jóvenes, que con nuestra edad están en altos cargos del Gobierno u ocupando una diputación, seguramente tengan menos idea de lo que pasa aquí y ahora. En la batalla por los votos lo único que cabe es la realidad disfrazada, la perpetua sonrisa y la eterna -y rancia- promesa: "mi camino es el camino".
Con un panorama tan decadente resulta casi de esperar que los jóvenes o estén poco interesados en la política o la satanicen. En cualquiera de los dos casos opinar con criterio es, infelizmente, poco común. Qué hacer. Nadie sabe qué hacer. Unos hacen manifestaciones y se quejan (y quejan, y quejan, y quejan), otros callan, otros creen y por suerte otros piensan, escriben, hablan.
El Partido Integral, un proyecto de partido político que está a punto de nacer en Suiza es precisamente un intento por motivar a la gente a pensar, a sentir y a armonizar ese Todo con el hecho de ser persona y cuidadano. Ser es lo que hay que ser. Fue precisamente Tolle una de las personas que redactó el programa político del Partido Integral, que aunque todavía no se ha presentado a ninguna elección está ahí, con grandes ideas. Grandes ideas que en un país como España o Latinoamérica, por ahora, son impensables.
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